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Foto del escritorRURIK PRENSA

Crisis sonora en San Juan de Lurigancho

 

En las calles de San Juan de Lurigancho, el bullicio se convierte en protagonista. Este distrito, que figura entre los más ruidosos de Sudamérica, refleja una realidad donde la paz y la tranquilidad son vulneradas constantemente. El respeto por el silencio se omite entre los fuertes ruidos que inundan cada esquina, desafiando la serenidad que todos merecen.


 Imagen: El Comercio

 

En Perú los principales daños ambientales son provocados por las acciones del ser humano, presentándose en el crecimiento industrial, en particular en actividades de explotación minera, explotación forestal, energía e hidrocarburos, todo esto ocasionando un mal aire para las personas que viven o trabajan en los lugares donde se realizan esas actividades siendo dañino para la salud. 


Acerca de eso, el Observatorio Nacional de Prospectiva del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN), indica que una gran parte de la degradación ambiental que enfrentamos actualmente es ocasionada por la actividad humana vinculada al crecimiento industrial.


En el distrito de San Juan de Lurigancho se respira el aire más contaminado de toda Sudamérica. En julio del 2023 se dio a conocer los resultados del ranking con los lugares con mayor presencia de humo y ruido de Lima y Callao, a través de la Autoridad de Transporte Urbano (ATU), en la cual San Juan de Lurigancho fue el distrito con el rango más alto de contaminación sonora y contaminación del aire registrando un índice de calidad de aire de 46.1 microgramos por metro cúbico.



El ingeniero Elvis Media, vocero del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (SENAMHI), declara que la mala calidad de aire en SJL proviene principalmente del tráfico y factores meteorológicos, “Generalmente los vientos vienen desde el sur y se encajonan en la zona este. Entonces, la contaminación que pueda generarse en los distritos en el sur, toda esa contaminación se traslada hacia la zona de este”, mencionó.

 

La contaminación ambiental es un asunto primordial, es así que diversos sectores han colocado medidas para la administración ambiental y su control, pero se ha observado una falta de competencia institucional para realizarlas de forma efectiva, como nos menciona la bióloga del Ministerio del Ambiente, Eliana Yglesias Gálvez: “la contaminación se produce por la presencia o acumulación de sustancias tóxicas, que dan como resultado, efectos negativos en el entorno, condiciones de vida y salud”.


Debido a la densidad de la población en SJL, algunos de los principales problemas ambientales, son acumulación y disposición inadecuada de residuos sólidos, niveles de ruido altos dados al tránsito y distintas unidades de transporte, que expulsan gases de combustión. 

 

La contaminación sonora emerge como una amenaza silenciosa pero presente. Las causas son diversas y están entrelazadas con el ritmo de la globalización. El tráfico vehicular es uno de los principales culpables, con motores rugiendo y bocinas que saturan el ambiente auditivo de los vecinos que se encuentran en el distrito. Este constante zumbido no solo interrumpe el descanso y la concentración, sino que también impacta negativamente en la salud mental y física de los habitantes.


 Imagen: La República


Otro de los factores críticos es el desarrollo industrial y comercial desmedido. Las maquinarias pesadas, las actividades de construcción y las zonas industriales generan un alboroto constante que invade y afecta la calidad de vida de los residentes de San Juan de Lurigancho, alterando y modificando el equilibrio de su tranquilidad.

 

La contaminación sonora existente en el distrito más poblado de toda Lima Metropolitana, es un reflejo de la falta de consideración hacia el entorno que se comparte. A medida que, se busca la mejora y avance tecnológico, se debe recordar que el derecho a un ambiente tranquilo, saludable y estable es fundamental para la calidad de vida de las personas. La solución no solo consta de la regulación obligatoria de las bocinas, sino de un cambio cultural, donde se busca valorar el silencio y serenidad por el bien común de todos los vecinos. Solo así se pondría fin a la contaminación sonora.


Mayor información sobre la contaminación sonora:



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