Casas mal construidas en el distrito de San Juan de Lurigancho estarían en peligro de derrumbarse ante un posible sismo.
Vivienda en riesgo de derrumbe en el AA.HH. Cristo Rey en San Juan de Lurigancho / Fuente: RurikPrensa
El 3 de octubre de 1973, Lima, la capital del Perú, fue sacudida por un devastador terremoto de 7.4 grados de magnitud. El epicentro se ubicó en Cerro Azul a 60 kilómetros mar adentro. Este sismo dejó una profunda huella, ya que numerosos edificios colapsaron, carreteras se agrietaron y servicios básicos como el agua y la electricidad fueron interrumpidos.
El terremoto ocasionó la muerte de 73 personas, resultando heridas más de 2000 y dejando unos 23 000 damnificados. Las casas más afectadas fueron las que estaban construidas en base a adobe y quincha. Incluso, las edificaciones construidas a base de material noble fueron afectadas por el movimiento sísmico.
En la actualidad, el 70% de casas de Lima están construidas sin licencia municipal, documento que garantiza la adecuación de la edificación, por lo que son altamente vulnerables ante los sismos, advierte el ingeniero Miguel Estrada Mendoza, investigador del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres (CISMID).
Así quedaron las edificaciones tras el fuerte sismo / Fuente: GEC Archivo Histórico
CRISTO REY EN PELIGRO
En el distrito de San Juan de Lurigancho (S.J.L), el más poblado de la capital, muchas personas han comenzado a construir sus casas por necesidad en zonas donde no se debería, ya que son considerados como espacios propensos a sufrir un desastre como el deslizamiento de tierra, caída de rocas de gran tamaño o la desaparición por un movimiento telúrico.
El AA.HH. Cristo Rey, ubicado en San Juan de Lurigancho, se encuentra en lo más alto de un cerro. Este asentamiento humano cuenta con más de 1000 familias que habitan en construcciones informales, por lo cual podrían sufrir grandes pérdidas en caso suceda un sismo como el que ocurrió hace 50 años.
Incluso, muchas de estas casas están ubicadas al borde del precipicio y encima de piedras gigantes que mantienen su peso, únicamente apoyadas en tablas de madera y calaminas. Por este motivo, este lugar es propenso a terminar enterrado entre los escombros y las piedras. Además, el porcentaje de precariedad de las viviendas en la zona agrava aún más la situación, pues el 80% de las edificaciones en esta parte del distrito no cuentan con una estructura sólida o con materiales de buena calidad.
Viviendas en peligro latente ante un sismo / Fuente: RurikPrensa
“Vivo hace 7 años acá, las autoridades nunca han venido por este sitio. No me siento seguro en este lugar por las piedras que se encuentran cerca de mi casa. Da miedo porque en cualquier momento puede ocurrir un temblor y mi vivienda puede derrumbarse, No tengo otro lugar a donde ir”, manifestó Raúl Silva, vecino del AA.HH. Cristo Rey.
SIN MÁRGEN DE MEJORA
RurikPrensa realizó una entrevista al ingeniero Francisco Sánchez Lobato, perteneciente a la Municipalidad Provincial de Oxapampa, quien brindó su apreciación acerca de las casas construidas en las zonas rocosas en los cerros de Cristo Rey: “El principal desafío que enfrentan las casas construidas en los cerros es que no son aptas sísmicamente. Cuando se construye en las alturas, hay que hacer la segmentación y profundización del concreto. En este tipo de invasiones es imposible implementar eso”.
Debido a la peligrosidad que presentan más de mil familias al vivir en estas construcciones, se recomienda asegurar el lugar y no realizar un levantamiento encima de pequeñas pircas, debido a que en un futuro no tan lejano las consecuencias podrían ser graves, generando así heridos o fallecidos.
Casas mal posicionadas en el AA.HH. Cristo Rey / Fuente: RurikPrensa
Además, el especialista se refirió a una casa en particular de Cristo Rey, donde su construcción era de forma precaria y negligente, “Los parámetros mínimos que se tienen que llevar a cabo en toda construcción es hacer una buena investigación del terreno, primero para identificar cualquier construcción y sobre todo en las zonas ubicadas en laderas, aquí se debe hacer un estudio de estabilidad”, agregó Sánchez.
Cabe precisar que, las personas que habitan en los cerros son de bajos recursos y la misma necesidad hace que en muchas ocasiones no reflexionen ante el peligro que están expuestos, además que optan por vivir en esta zona porque no cuentan con el presupuesto requerido para una sólida construcción.
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